En días pasados recibí la desagradable noticia del asalto y robo en su vivienda de nuestro Apóstol Alex Alvarado.
Cuanto dolor, temor e incertidumbre sembró en mi corazón esta noticia. Nosotros estamos (hablo de mi esposa y yo) totalmente identificados con esta familia y nos duele todo lo malo que a ellos les pueda pasar ya que les amamos intrañablemente.
Días después uno de los Pastores de la Congregación Johan Murillo compartió un Salmo que nos trajo consuelo al corazón, que gran bendición fue para mi escucharle y ademá hemos visto como nuestros Pastores Don Alex y Doña Ana han superado la prueba e imparten fe y ánimo en medio de su dolor, como les admiro quisiera algún día ser como ellos, quisiera algún día tener su metalidad y corazón. Grandes siervos nos ha dado DIOS!
Salmos capítulo 27
1 JEHOVA es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme?
2 Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
3 Aunque se asiente campo contra mí, No temerá mi corazón: Aunque contra mí se levante guerra, Yo en esto confío.
4 Una cosa he demandado á Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Ocultaráme en lo reservado de su pabellón; Pondráme en alto sobre una roca.
6 Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor de mí: Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo: Cantaré y salmearé á Jehová.
1 JEHOVA es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme?
2 Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
3 Aunque se asiente campo contra mí, No temerá mi corazón: Aunque contra mí se levante guerra, Yo en esto confío.
4 Una cosa he demandado á Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Ocultaráme en lo reservado de su pabellón; Pondráme en alto sobre una roca.
6 Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor de mí: Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo: Cantaré y salmearé á Jehová.
Autor: Mauricio García
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