domingo, 28 de septiembre de 2008

La Paternidad de DIOS en la Biblia.


Se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Isaías 9:6

A través de toda la escritura Dios se muestra como un Padre Eterno para sus hijos. Dios como Padre Celestial busca su bienestar. Al crear a Adan y Eva, proveyó todos los recursos necesarios para su completa realización y bienestar: física, emocional y espiritual (Génesis 1:26-31). Según el versículo 26 cuando Dios crea el hombre a su imagen y semejanza, está suministrando toda su escencia de santidad y perfección.
Es tan grande y completa su bendición, que confiere en ellos la responsabilidad y la confianza de sojuzgar la tierra. Ambos tenían la presencia plena de Dios, al punto de poder hablar cara a cara con su Creador, estrechando y desarrollando de esta manera una relación Padre e hijos. Génesis 2:19.

El hombre fue la corona de su creación, la relación de Dios con sus hijos se desarrolló en valores de confianza, amor y libertad. Génesis 2:17. El resto de la historia es conocida, el hombre voluntariamente decide desobedecer a su Padre Celestial, y se rompe inmediatamente el vínculo Paterno, generando de esta manera todos los problemas existenciales del Ser Humano.

Los que hemos sufrido el rechazo de nuestro Padre terrenal, experimentamos en nuestras vidas un espíritu de abandono, lo cual trae a nuestro espíritu y nuestra alma una enorme sensación de soledad y temor, creando de nosotros personas inseguras, ansiosas, con una pésima autoestima, muchas veces incapaces de demostrar y recibir amor, dificultando de esta forma la posibilidad de mantener relaciones interpersonales saludables y duraderas.

A partir de esta realidad , necesitamos establecer una relación con nuestro Padre Celestial y empieza la extraordinaria restitución de la Paternidad en nuestras vidas, un proceso que debemos palpar y experimentar a través de una profunda relación con DIOS. Si nunca ha experimentado un abrazo de un Padre, Dios está ansioso de abrazarle y entregarle todo su amor y protección.

Esta Paternidad debe de ser restituida, por lo cual Dios provee el único camino para lograrlo, mediante su Hijo Jesucristo (Jesús dijo: Nadie viene al Padre sino es por mi). Al desarrollar una relación personal con Dios por medio de Jesucristo su hijo, se minifiesta en el hombre el espiritu de adopción, por el cual clamamos Abba Padre!…..Somos llamados nuevamente hijos!, cuan grande es su misericordia.

Empiece reconociendo y aceptando su necesidad de Dios, pida perdón por sus pecados, en el nombre de Jesús y acéptele como su único y suficiente salvador…… y comience la extraordinaria restitución de sus derechos como hijo.
. ......Autor : Mauricio García T.